Muere el “misionero infatigable” a los 42 años

Muere el “misionero infatigable” a los 42 años

  • On 27 de abril de 2024
P. Matteo Pettinari. Imagen: Misioneros de la Consolata

El Papa Francisco expresó su dolor por la muerte del padre Matteo Pettinari, misionero de la Consolata en Costa de Marfil, en un accidente de tráfico.

Un misionero incansable. Así era conocido el padre Matteo Pettinari, religioso italiano originario de Monte San Vito y perteneciente a la Orden de los Misioneros de la Consolata, fallecido el pasado 18 de abril en un accidente de tráfico en Niakara, ciudad del centro norte de Costa de Marfil. El padre Matthew llevaba 13 años sirviendo en el país africano.Su muerte se produjo en una violenta colisión entre el coche que conducía y un autobús.

El viernes 19 de abril de 2024, una nota de la Curia General de los Misioneros de la Consolata anunciaba el fallecimiento del hermano: “En comunión fraterna, rogamos al Señor por su eterno descanso y para que, por intercesión de Nuestra Señora de la Consolata, nos conceda a nosotros y a su familia consuelo y paz”, rezaba el texto firmado por el Superior General, padre James Lengarin, y el secretario del Imc, padre Pedro Louro.

Don Dante Carraro, director de Médicos con África CUAMM, que trabajó junto con el padr Matteo afirma:

“ Ha sido un golpe en el corazón, realmente un dolor muy profundo e insoportable. El padre Matteo Pettinari era realmente un amigo, un hombre de Dios. Dedicó toda su vida a los más pobres de Costa de Marfil, en Dianra, donde tenía su parroquia. Recuerdo cuando decía: ‘los problemas son mil, pero las soluciones son mil y una’. Debemos creer que las dificultades no pueden detenernos y que construir, mejorar ciertas situaciones es más fuerte que la destrucción y lo que no funciona. Esta positividad de la vida brillaba en su forma de pasar el día y la noche. Era un desastre, pero su corazón rebosaba. Decía sí a todo el mundo y se gastaba. Me impresionó su generosidad, típica de los misioneros que creen más en Dios que en las dificultades. Realmente siento una gran pena en mi interior al pensar en el bien que hizo y que podría haber hecho. Ahora lo hará de otra manera desde el Paraíso. Estoy seguro de que el buen Padre le abraza, como abrazaba a los muchos pobres que encontraba cada día en su labor”.

Durante su tiempo en el país, el padre construyó esta iglesia en el norte, utilizando materiales locales y con la ayuda de los vecinos. La parroquia está dedicada a San Mukasa, catequista ugandés martirizado en 1885.

Vatican News

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