Las Iglesias de Oriente Medio se han reunido en Bkennaya (Líbano), en el monasterio de Notre-Dame du Puits, para tratar el éxodo continuo de jóvenes cristianos de Oriente Medio, un fenómeno que está afectando notablemente a las comunidades cristianas locales.

Tal y como informa la Agencia Fides, jóvenes de Egipto, Irak, Jordania, Palestina y Siria, así como del Líbano, han participado en las jornadas de reflexión común en representación de diversas comunidades y movimientos juveniles. Una de las sesiones se ha dedicado íntegramente a debatir las expectativas y las preocupaciones y propuestas expresadas por los jóvenes a partir de su experiencia cotidiana. Entre sus principales preocupaciones se encuentran la incertidumbre por el futuro, la pobreza y el sufrimiento que propagan las guerras y los conflictos sectarios en todas las partes del mundo, así como los secuestros y las desapariciones forzadas.

Problemas que, muchas veces, no dejan mayor esperanza que la de emigrar a otro país en busca de una vida mejor. En respuesta a esta situación el Consejo de Iglesias de Oriente Medio ha lanzado un llamamiento explícito y decidido a los jóvenes cristianos de Oriente Medio, para que «permanezcan fieles a su tierra» y se guarden de «caer en la trampa de las tentaciones de la emigración, que les hace perder su identidad» y priva a toda la zona de Oriente Medio de uno de los componentes esenciales y originales de su tejido social.