Es una tradición en Alemania que, en los días de Navidad que preceden a la Epifanía, los niños «Sternsinger», los «cantores de la estrella» de Infancia Misionera, llamen a las puertas de los hogares llevando la bendición del recién nacido. Y, como manda la tradición, deben ir vestidos de Reyes Magos.

La campaña se llama oficialmente Dreikönigssingen (el canto de los tres reyes), con la estrella y sus villancicos, los «Sternsinger» han llamado año tras año a las puertas de las casas alemanas. Estos niños llevan, en una pegatina, la bendición C + M + B (Christus Mansionem Benedicat – Cristo bendiga esta casa) a las familias, recogiendo donativos para los muchos otros niños que tanto sufren en el mundo. En Alemania son 300.000, pero los Sternsinger también están presentes en otras zonas de Suiza, Austria y el norte de Italia. Pero no solo en Europa. La tradición se ha extendido incluso a países como Kenia, donde se cantan los villancicos, aunque tengan 35 grados a la sombra.

Los Sternsinger reciben muchos donativos, de hecho la mayor parte de la contribución de la Iglesia de Alemania a la Infancia Misionera –el 80% de la aportación alemana a la Kindermissionswerk – viene de ellos y suele superar los 50 millones de euros. Pero además llevan adelante una campaña de concienciación de los niños, por ello les acercan a la realidad cotidiana de los niños de los países a los que van destinadas las ayudas. Lo hacen con materiales educativos y online. El día de la Epifanía un grupo de niñas y niños, representando a todos los Sternsinger que llevarán a cabo esta campaña durante las Navidades, acudirán a Roma para saludar al Papa.