El Papa Francisco animó a los Misioneros de Mariannhill a «promover la comunión, la participación y el compromiso misionero de todos los bautizados, a través de un proceso de discernimiento espiritual centrado en el encuentro, la escucha y la reflexión, para alcanzar una apertura cada vez mayor a la novedad del Espíritu y sus sugerencias».

En su discurso, que se celebra con motivo del 17º capítulo general, el pontífice recordó esos mismos inicios de la comunidad y los invitó a mantener sólido el «carisma fundacional, que une la fidelidad a los consejos evangélicos con la pasión por difundir el Evangelio ad gentes y hacer crecer el Reino de Cristo en santidad, justicia y paz».

Por último, el Santo Padre recomendó a los Misioneros de Mariannhill: «Ni corazones duros, ni corazones cerrados».